Sonaba en mis oídos, James Dean Bradfield, cantando con su voz aguda y melódica; Still a long way to go. Ese era mi mundo, cuando a través del sonido envolvente de la canción, la voz metálica del altavoz anunció: siguiente parada estación España. Como impelidos por una fuerza desconocida, salimos y nos desparramamos presurosos por el amplio anden...las escaleras...el sol del verano. Todo un universo y allí cada quien en su mundo...y yo en el mío...unido vitalmente por el cordón umbilical de mis audífonos...
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